jueves, 10 de noviembre de 2011

¿COMO DESATAR LA FE?

Hebreos 11:1-3
1 La fe es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 
2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Hemos estudiado lo que es la fe y como desarrollarla. Hay algunos creyentes que tienen la fe desarrollada, pero no saben como desatarla, y por eso, es que en este  estudio, estudiaremos como hacerlo.

Hebreos 11:3
3 “Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. 

Cuando Dios creo los cielos y la tierra, la palabra de Dios nos dice que cada vez que Dios creaba algo, primero lo hablaba con su boca, por ejemplo: “Y dijo Dios”, Génesis 1:6; continuamente, vemos a Dios hablando. Dios es un Dios de fe, y la manera en que el señor desata su fe es a través de la confesión, de esa misma manera, los creyentes desatamos nuestra fe.

El poder de las palabras.

Proverbios 18:21
21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos” 

Marcos 11:23
23 “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijiere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino que creyere que será hecho lo que dice, lo que diga será hecho”.

Las palabras nos justifican o nos condenan.

Romanos 10:9-10 
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el señor y crees en tu corazón que Dios lo levanto de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.

¿Qué es la confesión?

Confesión es la palabra griega “homologeo” y se compone de dos palabras:

Homo: que significa lo mismo.
Logeo: que significa decir.

Si unimos estas dos palabras, el significado de “homologeo” es: decir lo mismo, pero es decir lo mismo que Dios dice.

El poder de la oración

LA ORACIÓN Y SUS DIFERENTES NIVELES
1) La relación intima con el padre
2) De la oración a la intercesión
3) De la intersección a la guerra
4) El cuarto nivel de oración para ascender es la batalla legal.

Hay dos clase de batallas: La Legal y la Militar, Mateo 18. La batalla legal se da cuando un ser humano, nacido de Dios que esta sentado con Cristo en lugares celestiales, y sabe que ha recibido autoridad en su nombre y poder para gobernar con El, ejerce su derecho legal para someter su caso ante el Juez, arrebatar sus bienes de manos del diablo y tomar posesión de todo lo que le ha robado.

Un creyente puede presentarse delante del trono de Dios a exponer un caso legal en contra de un principado, una potestad, o en contra de satanás mismo, para quitarle el botín. Puede exponer su caso y pedirle al padre que haga Justicia y le de, o le devuelva lo que le pertenece. Es decir, usted puede Orar, por su cuenta, para que una ciudad sea transformada, sus oraciones (solito en casa) pueden hacer que el padre emita sentencia a su favor, desate su poder y envíe Ángeles a cambiar su ciudad.

¿CUANTAS PERSONAS SON NECESARIAS PARA GANAR LA BATALLA LEGAL?

Para ganar una batalla legal no se necesitan miles de personas. MATEO 18:18 habla de que todo lo que atemos en la tierra, será atado en los cielos; nos dio autoridad para atar y desatar. Y en MATEO 18:19, dijo que si dos o tres se ponen de acuerdo todo lo que ataren en la tierra, seria atado en los cielos.

1 Corintios 12:7 dice: "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho". (Griego-Ofelia ayuda, asistencia, beneficio, Griego-Ofelos, aumentar, progreso)

VENCER AL HOMBRE FUERTE ASENTADO EN UNA PERSONA, REGIÓN O CIUDAD (LUCAS 11: 22)
En el libro de Mateo, Jesús habla de ATAR, lo que en Lucas habla de VENCER o atacar. Atar significa prohibir, cerrar, declarar ilegal o impropio. Podemos declarar ilegal la operación de un demonio en nuestra vida, u hogar, en nuestros hijos o negocio. Atarlo significa prohibirle, cerrarle la puerta, declarar ilegal su obra, declarar impropia su operación.

Mi fe desatada trae cambios
 

Romanos 12:3 
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
 
Jesucristo, el Sumo Sacerdote de nuestra confesión.
  
Hebreos 3:1
1 Por tanto, hermanos santos,  participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús...”

Si a usted no le gusta el rumbo que lleva su vida, simplemente cambie su confesión.

La palabra retengamos es la palabra “kateo” que significa mantenerse en curso y seguir adelante. Esta palabra se usaba en la antigüedad para poner un barco en curso. En la vida cristiana, si confesamos lo opuesto a la palabra, eso nos sacara del curso de nuestra vida.

Por ejemplo, cuando un padre dice a su hijo que es bruto, que no sirve, que es feo o que es un narizón, esta sacando a su hijo del curso del propósito de Dios, y eventualmente

¿Cómo desatar nuestra fe? Vamos a tomar un ejemplo Bíblico de cómo una mujer pudo desatar su fe a través de la confesión de la palabra?

Marcos 5:25-34
“Pero una mujer que desde hacia doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenia y de nada le había servido, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús se acerco por detrás entre la multitud y toco su manto, porque decía: “si tan solo tocare su manto, seré salva”. Inmediatamente la fuente de su sangre seco, y sintió en el
cuerpo que estaba sana de su azote. Luego Jesús, conociendo en si mismo el poder que había salido de el, volviéndose a la multitud, pregunto: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud aprieta, y preguntas: ¿Quién me a tocado? Pero el miraba alrededor para ver quien lo había hecho. Entonces la mujer, temiendo temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postro delante de el y le dijo toda la verdad. El le dijo: Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad”.


En esta historia, podemos ver el problema de una mujer que:

• Se encontraba en una condición desesperada. La habían tratado todos los médicos, pero cada vez le iba peor.
• Oye un buen informe. Oyó hablar de que Jesús sanaba.
• Hace un acto desesperado. Vino desde atrás de la multitud y no le importo que uno de los principales de la sinagoga estuviera presente ni que la pudiera
apedrear.
• Tuvo un final feliz. Cada vez que creemos en la palabra de Dios, tendremos finales felices.

¿Cómo fue que esta mujer recibió su milagro y desato su fe?

1. Creyó en su corazón y actúo. En el momento que oyó hablar de Jesús, ella recibió, y creyó que ella podía ser sanada por Jesús.
2. “Si yo creo. Es necesario confesar lo que anhelamos, porque creer no es suficiente. Esta mujer tenia que confesarlo con su boca. La palabra decía, en el idioma griego es: un presente continuo; es decir, que ella se mantenía diciendo. “si toco tan solo su manto seré sana”
3. Surgió el milagro. La palabra de Dios dice: “en seguida la fuente de sangre se seco”, indicando que después que ella confesaba la palabra, el milagro era
echo.
4. Contó. No solamente vamos a confesar el milagro antes, sino también, después.

Algunas cosas importantes de la fe:

• La fe Bíblica es una confesión del corazón.
• La fe esta en el presente y no en el futuro.
• Vivir por fe, aplica a todos los actos y condiciones.
• Ser consiente, es decir, en todo.
• La fe se desata a través de la confesión de Dios; es hablar lo mismo que Dios habla.
• Todos los creyentes tienen una medida de fe dada por Dios.
• Cada creyente puede llegar a desarrollar su fe hasta que esta logre ser fuerte y robusta, por medio de oír la Palabra continuamente.

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